Webinar informativo para operadores de la industria alimentaria a nivel global
Geoff Carss, director de desarrollo de Chemometric Brain, y Beatriz Carrasco, directora tecnológica, han iniciado una serie de webinars informativos abiertos a todos los operadores de la cadena de suministro global para explicar qué es el Chemometric Brain y los problemas que puede resolver para las compañías alimentarias y sus proveedores.
El primer webinar registró una audiencia global con asistentes de EE.UU., Canadá, India, Colombia, Francia, España, Reino Unido y Rusia, entre otros.
Geoff Carss comenzó explicando que Chemometric Brain ha estado operando desde hace más de 10 años como un software propio de Blendhub, pero en enero de 2020 se separó de esta compañía en una organización completamente independiente debido al interés de un gran número de organizaciones en el sector por adoptar esta tecnología en sus propias empresas.
La solución ha sido desarrollada y mejorada en los últimos años por un equipo liderado por la Dra. Beatriz Carrasco, directora tecnológica de Chemometric Brain.
Chemometric Brain llega para democratizar el uso de una técnica con mucho potencial, como es la NIRS, que, como tecnología, ha existido durante muchos años, pero cuyo uso no se ha extendido en la industria alimentaria debido a su complejidad y la falta de soluciones fáciles de usar en el mercado
Beatriz Carrasco explicó durante el webinar que la NIR se ha utilizado durante años con un enfoque cuantitativo, pero no cualitativo. Esto significa que solo ha utilizado un pequeño rango de los espectros, mientras que, en un enfoque cualitativo, se utilizan más espectros para verificar que la composición de un producto sea la correcta.
¿Por qué el Chemometric Brain es una herramienta tan importante para la industria alimentaria? El 40% de los alimentos son en polvo y el polvo no es fácil de diferenciar.
Según la doctora Carrasco, «las empresas alimentarias necesitan asegurar la calificación de los ingredientes; validar la homogeneidad de la mezcla; controlar cada uno de los lotes del producto; facilitar un rápido análisis tecnológico para la validación o el rechazo; evitar errores humanos en el análisis; centralizar las aprobaciones de cualquier centro de producción y unificar un sistema global de control de calidad de los alimentos que pueda ser replicable».
Y todo esto puede ser proporcionado por el Chemometric Brain. El uso de esta tecnología ayuda a reducir el riesgo empresarial mediante la identificación del fraude alimentario, la mejora de la trazabilidad de los alimentos, la gestión de los datos NIR procedentes de múltiples dispositivos y de múltiples fabricantes en un solo lugar, y mediante una rápida implementación utilizando bibliotecas preexistentes de productos.
La doctora Carrasco explicó algunos casos de uso y mostró diferentes muestras de productos para demostrar cómo este sistema contribuye a identificar el fraude alimentario: permite verificar si un proveedor ha cambiado la composición de una mezcla e incluso comprobar la edad de un producto.
Geoff Carss también destacó que muchas PYMES podrían beneficiarse de este sistema ya que podría ayudar a superar muchos problemas actuales con la autenticidad de los alimentos utilizando una solución altamente innovadora basada en la nube que puede ser implementada en cuestión de días.